Miércoles, 26 de abril de 2006
Qué difícil es ser cristianos cada día, hacerse valer en una sociedad agnóstica. Es muy difícil, de hecho, ser aceptados por los demás cuando se es seguidor de Cristo, porque Su palabra resulta incómoda a quien prefiere el pecado, igual de molesta que la luz para quien ha estado mucho tiempo en la oscuridad.
(…) De este modo, vistas las premisas, se podría pensar que el Cristianismo sea una religión que te aísla de la sociedad, pero clarifico rápidamente cualquier duda.
Cristo Jesús no es que no quiera la amistad, pero hay que distinguirla del amor.
El amor a Dios y al prójimo (si queremos ser seguidores de Cristo) necesita ser probado cada día, especialmente hacia los que nos resultan más “antipáticos” o los que hacen que nos “alteremos”.
La amistad, en cambio, es un sentimiento que se cultiva y que debe nacer espontáneamente, porque el verdadero amigo es difícil de encontrar, pero “quien encuentra un amigo encuentra un tesoro”.
Por tanto, no culpabilizo al que está cerca de mí pero no consigue ser mi amigo.
Concluyendo, es difícil ser cristiano y hacer amigos (a veces para sostener la propia fe se pueden romper amistades), pero no debemos temer manifestar nuestra fe. Aunque si todos abandonasen, siempre quedaría Él, nuestro Dios, nuestro Padre celeste, nuestro mejor amigo. ¡Dios!
Matteo Farina