Con los ajos al cielo quiero vivir mi vida, oh Señor;
con los ojos al cielo para ver solamente el amor,
porque deseo un día poder vivir para siempre contigo,
sin más pecados sino sólo amor;
el amor que deseo queme mi corazón,
el amor que bien se cambiará ni vida.
¿Cómo puedo acrecentar el amor?
¡Quiero hacer tu voluntad Señor!
¡Aquí estoy!
Soy todo tuyo, tuyo y de la Madrecita.
Quisiera amar a todos, como nos pediste Tú,
como lo has hecho Tú con nosotros… y lo haces todavía…
¿Cómo puedo testimoniarte? ¿Cómo puedo llevarte a los otros
si soy yo el primero que en no derretirme de amor delante de ti?
Me recomiendo a ti Madrecita, te recomiendo mi ser,
las personas que me son queridas…
Sabes que todos podemos vivir juntos un día…
Y adorar a Dios, por siempre.
Es muy difícil amar, buscar mejorar…
pero no me rindo…
Con los ojos al cielo quiero vivir mi vida…
Esperando llegar un día a la verdadera vida.
(Matteo Farina, Siervo de Dios)